marzo 30, 2023

SAS: la IA es una herramienta que cambiará las industrias

La empresa «SAS» realizó un estudio, como resultado del cual quedó claro cuán ambigua es una de las tecnologías más importantes de nuestro tiempo: la inteligencia artificial (IA).

Hoy en día, las soluciones de IA están en todas partes: se utilizan en teléfonos inteligentes, controlan los asistentes de voz, crean fuentes de noticias en las redes sociales y dirigen los automóviles a las rutas deseadas. La IA se llama nueva electricidad, pero sigue siendo una tecnología infravalorada y subutilizada de nuestro tiempo. Esto se debe en parte a las asociaciones que provienen de la ciencia ficción, y en parte debido a una mala interpretación de los términos «aprendizaje automático» y «aprendizaje profundo». Como resultado, el posicionamiento y la percepción de la IA se equilibran entre dos extremos: se presenta como una fuente de oportunidades ilimitadas o como una amenaza y un competidor para las personas en el mercado laboral.

SAS reunió 12 grupos focales. Cada encuestado fue seleccionado por la agencia de investigación independiente Roots Research y pertenecía a una de las cinco categorías enumeradas a continuación. Cada grupo de enfoque incluyó de 4 a 5 participantes a la vez. Los moderadores de la sesión no se unieron directamente a las discusiones, pero motivaron a los encuestados durante las discusiones y los alentaron a reforzar y ampliar sus puntos de vista sobre la IA.

Estudiantes: estudiantes y recién egresados ​​de universidades especializadas, de unos 20 años. Los primeros en adoptar soluciones de inteligencia artificial en la vida cotidiana; les importa cómo afectará a sus vidas en el futuro.
Científicos de datos: desarrolladores y analistas experimentados, de 25 a 40 años. Tenga una visión realista de las capacidades de recopilación y protección de datos de AI.
Científicos: profesores y profesores de universidades especializadas; esta categoría incluye una amplia gama de expertos de diferentes edades. Son optimistas sobre las posibilidades de la IA, pero tienen algunas preocupaciones sobre el impacto de la tecnología en la sociedad y desconfían de las oportunidades para que las empresas se beneficien de la IA.
Líderes empresariales: altos ejecutivos (CEO y CFO) de entre 40 y 60 años que se encargan de gestionar los procesos de negocio de sus empresas. Están entusiasmados con los beneficios de la IA, pero están listos para invertir en ella solo si tienen un plan de negocios confiable y un efecto económico comprobado.
Directores Técnicos: Expertos técnicos entre 40 y 60 años. Desempeñan el papel de abogados de inteligencia artificial en sus empresas, pero se muestran escépticos con respecto a las soluciones del mercado actual.
El estudio mostró que ni una sola categoría de encuestados dio una respuesta clara a la pregunta de qué es la IA: todos la dejaron de una forma u otra. Se ofrecieron una variedad de interpretaciones, y los participantes describieron una amplia gama de tecnologías, incluidas aquellas que no están relacionadas con la IA real.

Los científicos fueron el único grupo que intentó definir en el transcurso de la discusión qué era la IA, pero ni siquiera ellos llegaron a la unanimidad en una definición satisfactoria. Una amplia gama de opiniones resultó estar en el grupo de científicos de datos, quienes, al parecer, deberían encontrar rápidamente puntos de vista comunes, ya que trabajan con IA en la práctica. Sin embargo, en esta categoría hubo adeptos de una amplia variedad de opiniones: para algunos, la IA es una herramienta de análisis de datos y toma de decisiones, para otros es una herramienta de automatización que, a largo plazo, puede reemplazar a los humanos. Hubo una heterogeneidad aún mayor de opiniones en otras categorías, pero en general, se observó el siguiente patrón: cuanta más experiencia y conocimiento en tecnología tiene un encuestado, menos miedos tiene sobre la IA.

La falta de consenso sobre la definición de IA llevó a la conclusión de que se necesitan discusiones detalladas antes de iniciar cualquier proyecto de IA. La vaguedad del término «inteligencia artificial» crea desafíos para desarrolladores, organizaciones e incluso usuarios, y sin explicaciones claras, puede percibirse como cualquier cosa, desde una panacea hasta una amenaza.

Otro hallazgo importante del estudio fue que la solución al rompecabezas de la IA probablemente sea dejar de buscar definiciones que lo abarquen todo. La IA puede relacionarse con una amplia variedad de tecnologías y estudios de casos diferentes, y debe definirse caso por caso para cada proyecto específico. Reconocer que este o aquel sistema de IA consta de ciertos componentes, transmitir esto de manera honesta y transparente a la audiencia es la única forma de evitar miedos irracionales y expectativas sobreestimadas de la IA.

A pesar de la controversia sobre qué es la IA, hubo un gran entusiasmo en todos los grupos acerca de sus capacidades. Casi todos los participantes creen en el impacto positivo de la IA en la economía y creen que aumentará la productividad. Los encuestados de las categorías de científicos de datos y líderes empresariales hablaron sobre esto basándose en su propia experiencia. En particular, muchos citaron ejemplos de cómo la IA ya está eliminando la colaboración

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